¿Realmente es necesario el castigo en el adiestramiento?
por Benigno Paz Ramos, febrero de 2002
En el adiestramiento tradicional se ve el castigo como una herramienta esencial para lograr la obediencia, el "respeto" del perro y los adiestradores aplican toda clase de acciones, gritos, empujones, zarandeos, tirones de la correa, etc. convencidos de que es el modo más eficaz de erradicar un comportamiento no deseado ¿Pero es realmente necesario? ¿Realmente funciona?Podemos definir el castigo como: la acción o suceso desagradable o aversivo del adiestrador o del entorno que se presenta al mismo tiempo que un comportamiento que realiza nuestro perro y que hace que dicho comportamiento desaparezca o reduzca su frecuencia. Se disminuye la probabilidad de que la respuesta instrumental/el comportamiento que se ha corregido/castigado se repita en el futuro. Como nos dice Karen Pryor en su libro "¡No lo mates…enséñale!". Un castigo ejemplar sería "matar", desprenderse del animal ("muerto el perro se acabo la rabia") y nos muestra otros modos de modificar la conducta sin llegar a estos extremos. Sin duda con este planteamiento se erradica el comportamiento al desprendernos del animal que lo realiza. Es una corrección ejemplar y definitiva pero en absoluto práctica con nuestros animales de compañía. Veamos un ejemplo de las soluciones radicales que normalmente adopta la gente: si el perro se sube al sofá, regalan el perro y de ese modo el sofá es todo para ellos, o bien le impiden el acceso a la habitación donde se encuentra el sofá, manteniendo al perro en el jardín, por ejemplo. Personalmente considero que estas "soluciones infalibles" no son aceptables, no son soluciones verdaderas, aunque lamentablemente son las que muchos propietarios, en su frustración, terminan adoptando con sus perros. Con demasiada frecuencia en el adiestramiento tradicional el adiestrador centra su atención y energía en castigar el comportamiento no deseado ignorando el comportamiento correcto del perro. Se crea un círculo de trabajo en negativo que deteriora la relación amo-perro, reduciéndose la motivación y la predisposición al aprendizaje del animal. El castigo es una potente herramienta de trabajo de la que se abusa, en el adiestramiento tradicional, en el intento de conseguir resultados rápidos, y en la mayor parte de las ocasiones sólo sirve para descargar la frustración del "maestro". Debemos recordar que hace mucho tiempo que se ha superado aquello de que "la letra con sangre entra" y el aprendizaje de todos los animales se rige por los mismos principios, y por eso el castigo tampoco es necesario en el adiestramiento.Aunque en algunas ocasiones el castigo puede ayudar a controlar el comportamiento del alumno el castigo no le enseña nada al perro ni facilita su disposición al aprendizaje. Creo que todos deberíamos recordar esto antes de corregir a nuestro perro. El adiestramiento debería ser una actividad divertida para perro y amo. ¿Por qué se sigue insistiendo en la utilización del castigo en el adiestramientoCuándo los métodos positivos son más fáciles de aplicar, dan mejores y más rápidos resultados y son mucho más agradables para perro y amo?Por ejemplo el adiestramiento con el clicker hace posible comunicarle al perro que es lo que deseamos reforzar en el preciso instante en que ejecuta la acción y permite que tanto el adiestrador como el perro centren su energía en aquellos comportamientos que se refuerzan positivamente. Tan sencillo y tan elemental como eso. Si hay algo que define a los perros es su gran capacidad de supervivencia. Su habilidad para observar, analizar el entorno, para sobrevivir. Esto puede explicar el porque pese a que hemos estado aplicando las técnicas inapropiadas de adiestramiento han logrado aprender los comportamientos que deseamos. Pero ha llegado ya la hora de adaptar nuestras técnicas de adiestramiento para mejorar los resultados.© Benigno Paz RamosInstructor de movilidad con perros guíashttp://www.knsediciones.com/
Bibliografía:
"Introducción al adiestramiento con el clicker" (Karen Pryor, Kns ediciones)"¡ No lo mates…enséñale!" (Karen Pryor, Kns ediciones)"Coerción and its fallout" (Murray Sidman, Authors Cooperative)"How to teach a new dog old tricks" (Ian Dumbar, James & Kenneth Publishers)"El lenguaje de los perros: las señales de calma" (Turid Rugaas, Kns ediciones)
AUTOR
Benigno Paz RamosE-Mail: consultas@knsediciones.com
por Benigno Paz Ramos, febrero de 2002
En el adiestramiento tradicional se ve el castigo como una herramienta esencial para lograr la obediencia, el "respeto" del perro y los adiestradores aplican toda clase de acciones, gritos, empujones, zarandeos, tirones de la correa, etc. convencidos de que es el modo más eficaz de erradicar un comportamiento no deseado ¿Pero es realmente necesario? ¿Realmente funciona?Podemos definir el castigo como: la acción o suceso desagradable o aversivo del adiestrador o del entorno que se presenta al mismo tiempo que un comportamiento que realiza nuestro perro y que hace que dicho comportamiento desaparezca o reduzca su frecuencia. Se disminuye la probabilidad de que la respuesta instrumental/el comportamiento que se ha corregido/castigado se repita en el futuro. Como nos dice Karen Pryor en su libro "¡No lo mates…enséñale!". Un castigo ejemplar sería "matar", desprenderse del animal ("muerto el perro se acabo la rabia") y nos muestra otros modos de modificar la conducta sin llegar a estos extremos. Sin duda con este planteamiento se erradica el comportamiento al desprendernos del animal que lo realiza. Es una corrección ejemplar y definitiva pero en absoluto práctica con nuestros animales de compañía. Veamos un ejemplo de las soluciones radicales que normalmente adopta la gente: si el perro se sube al sofá, regalan el perro y de ese modo el sofá es todo para ellos, o bien le impiden el acceso a la habitación donde se encuentra el sofá, manteniendo al perro en el jardín, por ejemplo. Personalmente considero que estas "soluciones infalibles" no son aceptables, no son soluciones verdaderas, aunque lamentablemente son las que muchos propietarios, en su frustración, terminan adoptando con sus perros. Con demasiada frecuencia en el adiestramiento tradicional el adiestrador centra su atención y energía en castigar el comportamiento no deseado ignorando el comportamiento correcto del perro. Se crea un círculo de trabajo en negativo que deteriora la relación amo-perro, reduciéndose la motivación y la predisposición al aprendizaje del animal. El castigo es una potente herramienta de trabajo de la que se abusa, en el adiestramiento tradicional, en el intento de conseguir resultados rápidos, y en la mayor parte de las ocasiones sólo sirve para descargar la frustración del "maestro". Debemos recordar que hace mucho tiempo que se ha superado aquello de que "la letra con sangre entra" y el aprendizaje de todos los animales se rige por los mismos principios, y por eso el castigo tampoco es necesario en el adiestramiento.Aunque en algunas ocasiones el castigo puede ayudar a controlar el comportamiento del alumno el castigo no le enseña nada al perro ni facilita su disposición al aprendizaje. Creo que todos deberíamos recordar esto antes de corregir a nuestro perro. El adiestramiento debería ser una actividad divertida para perro y amo. ¿Por qué se sigue insistiendo en la utilización del castigo en el adiestramientoCuándo los métodos positivos son más fáciles de aplicar, dan mejores y más rápidos resultados y son mucho más agradables para perro y amo?Por ejemplo el adiestramiento con el clicker hace posible comunicarle al perro que es lo que deseamos reforzar en el preciso instante en que ejecuta la acción y permite que tanto el adiestrador como el perro centren su energía en aquellos comportamientos que se refuerzan positivamente. Tan sencillo y tan elemental como eso. Si hay algo que define a los perros es su gran capacidad de supervivencia. Su habilidad para observar, analizar el entorno, para sobrevivir. Esto puede explicar el porque pese a que hemos estado aplicando las técnicas inapropiadas de adiestramiento han logrado aprender los comportamientos que deseamos. Pero ha llegado ya la hora de adaptar nuestras técnicas de adiestramiento para mejorar los resultados.© Benigno Paz RamosInstructor de movilidad con perros guíashttp://www.knsediciones.com/
Bibliografía:
"Introducción al adiestramiento con el clicker" (Karen Pryor, Kns ediciones)"¡ No lo mates…enséñale!" (Karen Pryor, Kns ediciones)"Coerción and its fallout" (Murray Sidman, Authors Cooperative)"How to teach a new dog old tricks" (Ian Dumbar, James & Kenneth Publishers)"El lenguaje de los perros: las señales de calma" (Turid Rugaas, Kns ediciones)
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Benigno Paz RamosE-Mail: consultas@knsediciones.com
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